sábado, 5 de junio de 2010
Sus maestros
Entre los maestros del Libertador, la historia recoge los nombres de José Antonio Negrete, Guillermo Pelgrón, el padre Andujar, Miguel José Sanz, Andrés Bello y Simón Rodríguez. El Licenciado Miguel José Sanz, hombre de vastos conocimientos y crítico del sistema educativo de la época, tuvo a su cargo durante varios años la educación del joven le fue encomendada a Don Simón Rodríguez. En su discurso del 15 de Febrero de 1.819, planteó el Libertador "La educación popular desde ser el cuidado primogénito del amor paternal del Congreso "Moral y Luces son los polos de una República"; "Moral y Luces son nuestras primeras necesidades" No cabe la menor duda que la mejor síntesis que hizo Bolívar sobre este aspecto fue la parte de su discurso de Angostura donde recomendó la formación del Poder Moral como cuarto Poder Público, necesario para formar los hombres virtuosos que emanen a su patria, sus leyes y sus magistrados. La idea del poder moral como supremo rector de la moralidad pública, la juventud, la educación y la imprenta (que para entonces era el único medio de comunicación social), puede entenderse como una política de estado fundamental para una República que no poseía las tradiciones políticas democráticas y que sólo había conocidos trescientos años de duro coloniaje y despotismo. En ese sentido, el objetivo central de las cámaras de Moral y de educación, partes de ese cuarto poder propuesto, tenían un elevado papel pedagógico de formación cívica. En general, podemos decir que Bolívar era un entusiasta defensor de la educación para todos los ciudadanos. Creía que de esa manera éstas lograban adquirir las virtudes necesarias para vivir civilizadamente. Por ello, a lo largo de toda su actuación como gobernante estimuló la formación de nuevas escuelas para niños y para niñas, dotándolas de ventas que antes pertenecían a los conventos y otros bienes de la iglesia.
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