domingo, 6 de junio de 2010

Su vida sentimental

El sueño comienza a realizarse el 19 de Enero de 1.794 va a cumplir 17 años. La despedida en la Guaira es muy emotiva. Su tío Esteban había sido nombrado residente algo así como Vice Ministro de Hacienda de España. También es amigo del Marqués de Ustariz. En la casa del Marqués de Ustariz es centro de reuniones culturales. Posee una enorme biblioteca que el entusiasma. Le apasiona leer libros filosóficos. El propio Simón Rodríguez no echaría en falta ninguno de los volumen que el admiraba. En la casa de Ustariz no sólo aprende a pensar y a expresarse con profundidad, también conoce a una noble dama que le roba el corazón, se llamaba María Teresa Rodríguez del Toro y Alayza. Tiene un enamoramiento tan repentino como ardiente. Simón quería casarse con ella enseguida. El papá de ella se opone por razones de edad ¡los dos son demasiados jóvenes! Tuvo que esperar dos años. Se veían con frecuencia porque Bolívar habla encontrado en ella la ternura y el cariño que le faltaron desde la muerte de su Mamá. María Teresa Rodríguez del Toro, además era muy bella, muy dulce y muy sentimental.

Por fin la boda se celebraba en Madrid el 24 de Mayo de 1.802. Ella tiene 20 años, el tiene 19, los novios pudo exhibir como testigo del acto y primer declarante a un enpingorotado "Sr. Don Luis Quijada Quiñones y Moreno, Marqués del inicio Conde de Revolledo. Bolívar no tuvo a su lado ningún pariente inmediato, pues de sus dos tios Esteban y Pedro ninguno estuvo presente en su matrimonio. Lenos de amor y ilusiones la juvenil pareja regresa a Caracas. Los parientes reciben con fiestas. La luminosidad y colorido del trópico deslumbran a María Teresa. Visitan también la hacienda San Mateo. Allí precisamente contrae una enfermedad tropical. El 22 de Enero casi a los ocho meses de casada, muere entre asombro y consternación de la familia. La prematura viudez fue un suceso decisivo en la vida de Bolívar, el mismo comprendió así:

- Miren ustedes lo que son las cosas; si no hubiera enviudado quizá mi vida hubiera sido otra; no sería el General Bolívar, ni el Libertador, aunque convengo en que mi genio no era para ser Alcalde de San Mateo.

Nuevamente el corazón de Simón Bolívar sufre un golpe de amarga soledad. Más tarde daría a un amigo:

"Quise mucho a mí esposa y su muerte me hizo jurar que no volvería a casarme". Y lo cumplido. La necesidad de olvidar el luto abatimiento y la soledad afectiva le impusieron a planificar otro viaje a Europa. Nunca más buscó otro amor como este, que le exigió constancia y pureza. Bolívar tuvo otras mujeres a las cuales amó de paso, sin concederles la importancia aún con la fascinadora Manuelita Saenz, que muerto el debía darle conmovedora prueba de abnegación y amor fue injusto en ese sentido tuvo con ella la lealtad acaso más egoista que generos aunque parezca lo contrario de ponerte que se separaran, por que "nada en el mundo puede unirnos bajo los auspicios de la inocencia y del honor" y solía llamar la amable loca, aunque ella merecía mucho más. En la vida de Bolívar se conoce otra mujer que la llamaba "Mi gloriosa" cuyo nombre verdadero era Joaquina Garioca y que, firmaba "Gloriosa Simona Joaquina Trinidad y Bolívar".

En París derrochó como en otras capitales Europeas y también en París creció sin amor por Fanny du Villars, nacida Trioban de Aristigueta, lejana prima suya a quien amo con romántica pasión. Todo esto nos a puesto a analizar de su vida amorosa posterior, nos llevaría a admitir que fue siempre el viudo de Teresa, sin saberlo el mismo.

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